Ámbar, uno de los referentes originarios de electrón |
La etimología es una caja de sorpresas mayúscula. Como ejemplo, la palabra que os ofrecemos hoy, electrón, término científico donde los haya, pero que tiene un origen algo alejado del mundo en el que hoy concebimos esta palabra. Asomaos al acantilado, con cuidado, no vayáis a electrocutaros.
ELECTRÓN:
ELECTRÓN:
Esta palabra deriva del latín electrum,
que proviene del griego ἤλεκτρον.
En el mundo antiguo significaba una aleación
de oro y plata; esta aleación se daba de forma natural en la naturaleza; son
famosas las monedas de electrón que se acuñaron en Asia Menor donde había ríos
auríferos, como el Pactolo, donde se hallaba esta aleación natural. Con esta
palabra los griegos también se referían al ámbar, un material que les era
extraño pues procedía de países remotos del Norte. Seguramente se usó esta
misma palabra porque el color era parecido.
W. Gilbert |
En español el diccionario distingue dos
palabras: “electro” como “ámbar” y “aleación de oro y plata”; y “electrón” como
“partícula elemental con carga negativa”. Esta última palabra es un neologismo
moderno: electron fue introducido por
el físico irlandés George Johnstone Stoney en 1894. La acentuación española se
debe a la influencia del francés, que tiende a acentuar en la última sílaba.